viernes, 5 de octubre de 2007

Las verduras, por las nubes…

Debido al gran aumento en los precios de las verduras, comprar las hortalizas para preparar una guarnición cuesta mucho más caro que el plato principal en la mesa argentina.
El record histórico lo marca la suba en el precio del tomate redondo que, sin bien en la hiperinflación de 1989 también aumentó notablemente, en aquella oportunidad no había superado el precio de la carne. Actualmente, 1 kg. de tomates cuesta en promedio $ 15 y 1 kg de milanesas preparados $ 12.
El pepino, la papa, la calabaza y la batata le siguen al tomate en proporción con respecto a la suba de precios.
La explicación de tal aumento de precios está en la ley de la oferta y la demanda, la cual regula el mercado: hay mucha demanda y poca oferta ya que hubo heladas que afectaron las cosechas y generaron grandes pérdidas, por lo tanto aumentan los precios de las verduras para adecuarse a la demanda de los consumidores.
Aunque los vegetales aportan fibras, vitaminas, minerales y es imposible reemplazarlos por otro alimento que sea tan saludable, hay algunas sugerencias para tener en cuenta hasta que el precio de los mismos sea más accesible, lo cual ocurriría a partir de noviembre. Consumir muchas frutas y legumbres es una buena opción ya que también aportan sustancias nutritivas.
Como forma de protesta ante esta situación, un restaurante porteño suspendió de sus menúes todas las preparaciones que incluyen tomate, papa y calabaza mientras se mantengan los precios abusivos. Días atrás, en Italia se realizó una protesta similar ante la suba en el precio de las pastas.
El INDEC afirma que durante septiembre la inflación fue del 0,8 %, dato que no coincide con las consultoras privadas, las cuales dicen que fue del 1,2 %, el gobierno intenta minimizar la situación inflacionaria y enfocar la atención en otros temas en vísperas de las próximas elecciones presidenciales. Mientras tanto y como siempre, los consumidores siguen sufriendo las consecuencias en sus bolsillos…

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